Capitulo 4: Quiero que te acuerdes de mi

Quiero que cuando me vaya te acuerdes de mí.

Que te acuerdes de cuando te hacia preguntas de la nada pero que me inquietaban de verdad.

Quiero que recuerdes la forma en la que desafino cuando intento entonar canciones de Amaral. Quiero que te acuerdes y te rías.

Que imagines, que imagines mi cara al jugar al mentiroso. Porque los dos sabemos que no se mentir. Que te acuerdes de lo mal que juego al parchís y, aun así, lo competitiva que soy. Sin olvidarte, en ningún momento, de mi obsesión por el BINGO.

Quiero que eches de menos la forma que tengo de ver las películas. La necesidad que tengo de comentar cada escena, cada peligro que se acerca, cada mala decisión que toma el protagonista.

Que seas capaz de sentir lo que siento al comer tortilla de patata.

La ilusión que me hace planear las cosas, organizarlas, ponerles fechas. Y que salgan. Que salgan bien.

Quiero que te acuerdes de mis pecas de sol, de mis pies fríos y de mis manos congeladas.

Hoy quiero que te acuerdes de todo.

Que no te dejes nada.

Que no te olvides ni un detalle.

Porque no sé cuándo y tampoco sé cómo, pero voy a necesitar que me lo recuerdes.