Capítulo 6: somos canciones

2:55 minutos.

Antes de empezar, busca la canción ruido de Amaral y acompáñame.

Hay canciones para todo. Canciones para bailar, para enfadarse, para reírse. Canciones para escuchar, para cantar, para dormir. Hay canciones que te relajan y otras que no dejan ni que leas. Hay canciones para ocasiones especiales, y otras que te reservas para ti.

Canciones.

Las canciones nunca son solo música con la letra acertada. Son historias. Muchas veces, nos encajan. Encajan con lo que necesitamos escuchar, nos entienden, nos curan. A veces, te reparan. Otras muchas, te acaban de romper. Menudo poder el de las canciones.

He tenido la suerte de poder ponerle banda sonora a mi vida. No sé porque, pero mis recuerdos suenan. Mis veranos suenan a La oreja de Van Gohg y verbenas. Los viajes por carretera siempre tienen de copiloto a Sabina y de teloneros a Pereza. The lumminers siempre suena en días de lluvia. En las escapadas de fin de semana siempre esta el niño de la hipoteca, y últimamente, La la love you.

Sin embargo, tengo canciones con nombre y apellidos. Regalos. Minutos que te trasladan a ese momento. Cuando me enseñan una canción, nunca es sólo mía. Esa canción siempre cantará algo conocido. Contará quien me la ha enseñado, tendrá su voz, su sonrisa, sus gritos. Tendrá sus ojos, su pelo, su nariz. Esa canción no será una canción sin más, será nuestra canción.

Una canción no es triste, ni tampoco es feliz. Una canción te da la posibilidad de volver. Una canción es un billete a donde tu quieras. Eso sí, con tiempo limitado.

2:55 minutos ¿listos?